domingo, 10 de agosto de 2008

Si hay, es

[Agosto 2008]

La luz prendida y entré.


La hoja de la puerta, revela la luz.
Hay música
algún compás que no interesa, roto por
los muebles
por el aire liviano
por la funcionalidad que carga
simplemente ambientiza la habitación
(habitaciona el ambiente).
Y está ahí por eso
(por ellos)
La música le da un lugar a lo que está pasando
un espacio
un tiempo.
Si hay música
es.

En alguna parte está escrito que ella entra
cuando la luz está prendida
son dos o tres los latidos fuertes
y después
normal.
Son uno o dos
los pasos
una taza en la mesa
un poco de té frió
(por la taza, lo supe)
la cerámica fría
como se siente el frío
primero un pinchazo
y
luego la afirmación de que es frío
realmente.
Porque a la primera impresión
el frío y el calor
son igual
(dan igual)
de extremos, y agresivos
son directos
y esto y aquello

y como el frío y el calor, son lo mismo a veces.

De esto hablamos al final
y termino siempre acá
Es así, todo el tiempo
se abre la puerta
ella entra, la taza o el té
o estas cosas
es lo que siempre está
acá.

¿Por qué nunca hablo sobre ella?
sobre la luz de la habitación
sobre el calor de la luz en la mejilla que tanto nos gusta
sobre la piel
que se pone tensa
se clarifica con el espasmo de luz
que es débil
pero alcanza
para emocionar
esa piel.
Nunca decimos nada sobre si sus pasos eran seguros
sobre cuanto tardó la suela en apoyarse
cuando dio el primero
sobre si toco el picaporte
o simplemente apartó la puerta
como un obstáculo
si lo de la luz pasó
antes
o después
o al mismo tiempo
y cuán importante son esas simultaneidades.
Y ella.

Nunca decimos nada sobre el buzo roto en la manga
que parece mordido y está sucio
no de algo
(de alguien)
si no de usarlo
y usarlo
y usarlo.
Nunca decimos si le daba asco vestirlo
si lo tiene porque hace frío,
si hace frío
en la taz
en la casa
o en el aire
o sí siente frío
al menos eso.
Porque si hace frió
o el té está frió
No importa, si ella no lo siente.
(si no se siente, no es).

Nunca hablamos de si se puso triste
cuando vio
(tocó)
que el té estaba frío
sobre sí quería tomarlo
Nunca hablamos de eso.




-
Vio la luz prendida, eran las tres y cuarto, entró, un latido, un paso. La manga sucia. Un compás raído, deshecho, fulminado (por ellos). Toma la taza, la cerámica está fría. La pintura roída, el té amarillento. Toma un sorbo.


y llora.